El internacionalismo proletario: la condición necesaria para la lucha contra la burguesía


En nacionalismo en su calidad de determinada ideología estructurada nació en el siglo XIX. Junto con las teorías liberales de aquel periodo se estaba desarrollando como uno de los factores de la lucha contra los atavismos de relaciones feudales. 

A medida que maduraba el marxismo, inevitablemente se tuvo que formar una opinión al respeto a aquella ideología, que era suficientemente popular debido a unas razones históricas e ideológicas. 

Muchas obras de Marx, Engels y Lenin están dedicadas al tema nacional.

El lema "Proletarios de todos los países, ¡Uníos! representa el resultado concentrado de su postura. 

Por el otro lado, la Gran Revolución de Octubre y la lucha posrevolucionaria demostraron que los revolucionarios habían infravalorado la influencia de la ideología nacionalista sobre las mentes y almas de las amplias masas populares. Esa fue la razón, junto con la resistencia armada del capital nacional e internacional, de la derrota de la clase obrera en tales los países como Letonia, Finlandia, Polonia. Más tarde, teniendo como fondo la crisis mundial del capitalismo, la misma ideología favoreció la llegada al poder de los partidos fascistas y nacionalsocialistas en Italia y Alemania, así como al establecimiento de las dictaduras fascistas en algunos otros países de Europa. 

Fue la explosión del nacionalismo una de las principales causas de la desintegración la URSS - el primero y el más poderoso estado socialista. 

Es el nacionalismo lo que hoy constituye el obstáculo principal para la unión y solidaridad entre los trabajadores de los países de la ex Unión Soviética y Europa del Este.

Hay unas firmes razones para suponer que será el nacionalismo el arma de lucha universal contra el movimiento revolucionario al que recurrirán los gobiernos burgueses de muchos países, estos gobiernos que presumen hoy de su corrección política, multiculturalismo y otros valores liberales. 

La base histórica del internacionalismo del Partido Socialista de Letonia. (1904 - 1906)

En el junio de 1904 en Riga tuvo lugar el 1er congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Letonia (LSDRP), cuyo heredero es el PSL (LSP) [1]. Desde el momento de su creación el partido luchador del proletariado letón se estaba formando sobre la sólida base del internacionalismo proletario y desplegó un combate constante contra el nacionalismo burgués.

Los acontecimientos sangrientos del 9 de enero de 1095 dieron el comienzo a la primera manifestación masiva de los obreros letones, revelaron la solidaridad internacional y dieron paso a la revolución democrática burguesa. El Comité Central se dirigió a los trabajadores: "Ahora, cuando la nieve del suelo del Petersburgo está salpicada por la sangre de nuestros camaradas, aguantaremos más la vergüenza de trabajar para nuestros explotadores dejando hasta la ultima gota de sudor. En este momento histórico nuestra obligación y la de todos los trabajadores es abandonar el trabajo e unirnos a los camaradas de San Petersburgo. ¡Anunciamos una huelga general!"[2] La experiencia de la lucha internacional conjunta en el transcurso de la revolución fue uno de los factores decisivos en el golpe demoledor a la posición de los federalistas que prevalía en el partido hasta entonces - "el oportunismo en la forma federalista" [3]. En el marzo de 1906 en su obra "Plataforma táctica para el Congreso de Unificación del POSDR" V. Lenin señalo: "es imprescindible tomar las medidas enérgicas para unir todos los partidos socialdemócratas en Rusia en un partido obrero socialdemócrata unificado" [4].

Sobre el fundamento de los principios de Lenin y en acuerdo con el "Proyecto de las condiciones para de unión del Partido Obrero Socialdemócrata de Letonia con el POSDR " adaptado en el 4° congreso del POSDR se celebro la unión de POSDL y POSDR. El asunto de la unificación final fue decidido en el 3er congreso de POSDL y en el julio de 1906 POSDL pasó a formar una sección territorial de POSDR bajo el nombre de Socialdemocracia de la región de Letonia (LSD)

Experiencia de la Revolución: victorias y derrotas (1914 - 1920)

Hacia el comienzo de la Primera Guerra mundial la SDL seguía firmemente las directivas de Lenin y actuaba bajo el lema de la conversión de la guerra imperialista en la civil.

La burguesía letona local intentaba defender los intereses de su clase y expulsar la burguesía y aristocracia alemanes de sus posiciones económicas y sociales en Letonia. En 1915 para ese fin en acuerdo a su iniciativa fueron creadas las formaciones armadas nacionales - las unidades de Tiradores Letones.

Después de la Revolución de Febrero en 1917 los capitalistas letones esperaban que las unidades armadas de los Tiradores se unieran bajo la bandera del separatismo y nacionalismo burgués. Si embargo, eso no ocurrió. Durante la guerra la SDL desenvolvieron la actividad propagandística constante entre las unidades de Tiradores, explicando su visón del problema nacional y defendiendo la idea internacionalista de la unión de los trabajadores. En el mayo de 1917 el congreso de los Tiradores Letones aprobó la resolución propuesta por el Comité Central del SDL que constataba la necesidad de establecer lazos fraternales con los soldados alemanes y luchar contra los capitalistas en todos los países. El congreso anunció: "Nuestro lema sigue siendo el llamamiento a la democracia revolucionaria: entregar todo el poder a los Consejos Soviets de obreros, soldados y campesinos"[5]. El congreso dio a conocer el nacimiento de los Tiradores Rojos Letones que se convertirían en fieles guardianes de la revolución.

Durante el 5° congreso la Socialdemocracia de Letonia (el nombre adquirido por la SDL en el julio de 1917) dio una respuesta contundente al separatismo. El congreso destacó: "mientras la palabra decisiva en la vida del estado y ciertas unidades no la pronuncie el proletariado, hasta entonces toda la separación política y económica frena ... el desarrollo, da ventaja a la burguesía, obstaculiza la unión internacional del proletariado en su lucha por el socialismo" [6]. El 16 de octubre la conferencia extraordinaria de SDL se pronuncio: "el proletariado de Letonia debe mantener la mas estrecha unión con los trabajadores de las ciudades revolucionarias de San Petersburgo y Moscu, tendiendo como objetivo apoyar con todas sus fuerzas y medios posibles la lucha del proletariado ruso por el poder en el Estado" [7].

En cuanto los trabajadores de Letonia se enteraron del triunfo de la sublevación armada en San Petersburgo, los Soviets empezaron a tomar el poder en sus manos en las regiones letonas libres del ejército alemán. En las elecciones a la Asamblea Constituyente Rusa en Liflandia a favor de los candidatas - bolcheviques votó el 72% del electorado. En las tropas de tiradores a favor de los candidatos del partido bolchevique que tenia a V.Lenin como numero uno voto el 96,5 % de los votantes. [8]

Hay que mencionar que hacia los mediados del febrero de 1918 aproximadamente 5,5 mil del los Tiradores Rojos Letones cumplían con su deber internacional en el territorio de La Rusia Soviética. Entre ellos se encontraba el 6° regimiento de Tukums, que estaba a disposición del Gobierno Soviético y cuyas unidades vigilaban la sede del Gobierno en el Smolny (y en el Kremlin, más tarde). En el territorio libre de Letonia en aquel momento se encontraban 9,5 mil de los Tiradores Rojos Letones. Sin embargo, hacia los finales del febrero todo el territorio resultó ocupado por las tropas alemanas. De nuevo, respondiendo al llamamiento del Comité Central de la SDL los tiradores revolucionarios deciden: " los Tiradores Letones no deben bajar las armas y capitular ante la Alemania militarista, sino aliarse al ejercito del proletariado ruso". [9] Todas las unidades de los Tiradores Letones se retiraron a Rusia. Para el mes de abril estaba formada la División Letona Soviética de tiradores - una de las primeras formaciones de la joven República Soviética.

En noviembre de 1918, acabada la revolución en Alemania, el Gobierno Soviético anuló el Tratado de Brest. Entre los trabajadores de Letonia apuntó la esperanza de ganar el poder Soviético y constituir el primer estado de obreros y campesinos.

De eso también se daban cuenta los imperialistas de Gran Bretaña y los Estados Unidos. Con su directa participación ("el factor decisivo resulto ser el odio de Inglaterra hacia el bolchevismo" [10]) en el territorio letón, ocupado por las tropas alemanas, el 18 de noviembre fue proclamada la constitución del gobierno provisional, así llamado el Consejo Popular, que incluyó todos los partidos burgueses y pequeñoburgueses en activo en aquel momento.

La ilegal 17a conferencia del LSD, que tuvo lugar en Riga el 18 y 19 de noviembre, tomó la decisión de preparar un motín armado, expulsar las tropas alemanas del territorio letón y derrocar el gobierno burgués. La resolución del congreso referente al asunto nacional establecía: "El proletariado de Letonia no tiene nada en común con el nacionalismo burgués ... el nacionalismo burgués y la aspiración a la independencia burguesa representan un medio para luchar contra el proletariado letón" [11]

El aporte de la Rusia Soviética al triunfo de la revolución en Letonia no se puede infravalorar. Los ejércitos Occidental y el 7° ayudaron a la División letona de tiradores a derribar los nacionalistas burgueses. El 3 de enero de 1919 los trabajadores de Riga organizaron una insurrección armada y tomaron el poder en la ciudad en sus manos.

En el 1er congreso de los Soviets de Letonia el 13 de enero de 1919 en Riga fue aprobada la primera Constitución de Letonia Soviética, el hecho que celebró el triunfo de la revolución en el territorio letón. El 6° congreso del LSD cambió su nombre a Partido Comunista de Letonia.

Sin embargo, el poder de los Soviets en el territorio de Letonia duró menos de un año ya que fue abatido por el ataque de las fuerzas conjuntas de la guardia blanca letona, barones alemanes e imperialistas ingleses y americanos. Al mismo tiempo, la burguesía letona consiguió seducir la gran parte de población, los artesanos obreros y campesinos en su mayoría, con las ideas de la soberanía nacional y del estado que les perteneciera a ellos. Las tropas del gobierno ruso empezaron a sufrir derrotas y ceder territorios. Para los principios de 1920 se fue obligado a anunciar su autodisolución. El PCL paso a la clandestinidad y anuncio su ingreso en la Internacional Comunista como sección independiente. 

Desde la dictadura de la burguesía hasta la dictadura del proletariado (1920 - 1940)

Durante el periodo de la dictadura burguesa el PCL mantenía una lucha activa para organizar a los trabajadores a defender sus derechos legítimos. El acento principal PCL ponía en la organización y ejecución de las huelgas, motines y manifestaciones. Los comunistas aprovechaban la oportunidad de realizar el trabajo legal a través de las comisiones obreras y sindicatos izquierdistas. El las elecciones al 3er Saiema (Parlamento) el 1928 los comunistas consiguieron formar el bloque de "obreros y campesinos obreros", recibir 6 mandados de los 100 en total y formar la Fracción de los Obreros y Campesinos. Eso fue un logro considerable. Los diputados comunistas utilizaban la tribuna del parlamento para difundir sus ideas. Ellos prestaban mucha atención a aclarar los peligros de la consolidación de las tendencias fascistas y nacionalistas burguesas, y ponían en ejemplo la vida del pueblo trabajador en la URSS para acentuar el contraste. Con la crisis del sistema capitalista universal como fondo, la posición del PCL fortaleció. En las elecciones al 4° Saiema (1931) los comunistas recibieron 7 mandatos. Al mismo tiempo en 1931 - 1933 el país sufrió una oleada de huelgas y manifestaciones de los trabajadores y desempleados lideradas por el PCL. Era evidente que el constante auge de la lucha de clases de los últimos 10 años llegaba a su apogeo. En este momento los círculos reaccionarios se decidieron a organizar el golpe de estado para establecer la dictadura fascista con K. Ulmanis en cabeza. El Saiema fue disuelto, la fracción obrero - campesina fue arrestada. Todas las organizaciones obreras y sindicatos suspendieron sus actividades.

Aquella dictadura junto con la ideología tradicional de derecha conservador, característica para muchos regimenes en Europa de entonces, tenía el componente nacionalista destacado. Justo en aquel periodo cae la mayor parte de las acciones nacionalistas y anticomunistas del poder burgués. No es una casualidad que hasta nuestros días el periodo de la dictadura burguesa de 1933 - 1940 sigue siendo un modelo ejemplar para los nacionalistas radicales y los neonazis en Letonia. 

En aquellas condiciones el PCL construye su táctica partiendo desde la necesidad de crear un frente popular antifascista común. Con la iniciativa del PCL fue pactado un acuerdo con el Partido Socialista Obrero - Campesino de Letonia (creado sobre el ala izquierda del partido socialdemócrata) y fue fundada la Unión de la Juventud Trabajadora de Letonia (sobre la base conjunta del Komsomol y Unión de la Juventud Socialista de Letonia). Respondiendo al llamamiento del PCL, muchos trabajadores de Letonia fueron a cumplir su deber internacional a España, formando parte de las Brigadas Internacionales. 

El 5 de octubre de 1939 Letonia y URSS firmaron el Acuerdo de colaboración, en el territorio Letón fueron acuartelados 25.000 militares soviéticos. Sin embargo, K. Ulmanis infringía el Acuerdo reiteradamente, lo que provocó una nota del gobierno Soviético al Cónsul letón, que llamaba su atención a dichas infracciones y exigía formar un gobierno capaz de garantizar el cumplimiento do los requisitos establecidos y alojar en el territorio letón fuerzas complementarias del Ejercito Rojo.

El 17 de junio las divisiones del Ejercito Rojo entraron en Letonia. El acontecimiento que influyó de una manera considerable en los sucesos revolucionarios posteriores, pero aquella influencia no fue determinante, como lo intentan demostrar los historiógrafos burgueses. No hay ninguna constancia de infracción de la soberanía de Letonia durante los días siguientes a la revolución. Los trabajadores de Letonia, que habían sufrido con sus propias carnes la explotación de "su propio" estado de burguesía nacional y se habían dado cuenta de que no era diferente a cualquier otro estado basado en la explotación, se convirtieron en el motor de los cambios revolucionarios. 

La cantidad de los miembros del PCL disminuyó como consecuencia de las represiones del régimen dictatorial de Ulmanis, a pesar de esto, el PCL organizó el 17 - 21 de junio unas manifestaciones masivas de trabajadores exigiendo la dimisión del gobierno en vigor, la constitución de un gobierno nuevo democrático, legalización del partido comunista y liberación de los presos políticos.

El recién formado gobierno popular (que no contaba con comunistas entre sus miembros) anuncio elecciones al nuevo Saiema Popular. En las elecciones de julio de 1940 el 97,8% del electorado votaron a favor del Bloque del Pueblo Trabajador de Letonia formado por los comunistas e diputados independientes. El 21 de julio 100.000 personas se manifestaron exigiendo resolver el asunto de la incorporación de Letonia en la URSS. El 5 de agosto el Consejo Supremo tomo la decisión de la incorporación de Letonia en la URSS.

El pueblo trabajador empezó su labor creativa y pacifica que fue interrumpida por la Gran Guerra Patria.

La prueba del fuego (1941 - 1945)

Los años de la Gran Guerra Patria fueron el tiempo de prueba de la resistencia no solo para la economía socialista, sino también para la fuerza del internacionalismo de todo el pueblo soviético. Las esperazas fascistas de que, al comenzar la guerra, las republicas soviéticas se verán inmersas en las protestas nacionalistas separatistas contra el poder soviético, y la URSS se derrumbara bajo este golpe desde dentro unido a la agresión fascista desde fuera, esas esperanzas fracasaron.

Letonia puede servir de ejemplo de que la política realizada en aquel periodo era correcta. Su objetivo era liquidar la burguesía como clase por su interés primordial en la restauración del capitalismo y descabezar la "quinta columna" nacionalista. A la Gran Guerra Patria correspondió el periodo de la lucha de clases encarnizada. Una parte de los simpatizantes interiores fue detenida y trasladada fuera del territorio de Letonia una semana antes de que estalló la guerra. Pero en el país, donde el poder soviético se había instaurado hace un año, los capitalistas de agricultura no todavía estaban neutralizados y la burguesía en las ciudades soñaba con recuperar sus bienes nacionalizados. Para abducir la conciencia del pueblo se volvió a utilizar el nacionalismo burgués, en igual medida ventajoso para la burguesía local y los ocupantes fascistas. Los lacayos fascistas y traidores de su pueblo cultivaban la idea de la "posible independencia económica y cultural" [12] y difundían la mentira propagandística sobre el primer año del poder soviético que pintaban como "un año terrible" y sobre "el genocidio premeditado del pueblo leton" [13]. Siguiendo aquella propaganda una parte de la población se organizo en las unidades de las Waffen SS. Es necesario admitir que una gran parte de los agricultores (en primer lugar, los ricos, a los que pertenecían las parcelas mas grandes y los medios de producción) apoyaban de una forma activa también las unidades bandidas nacionalistas en los tiempos de postguerra.

El carácter clasista de la lucha se confirma también por el hecho de que junto con las tropas del Ejercito Rojo se retiraban al territorio Soviético los obreros (que representaban la mayoría de los retirados), la administración soviética y del partido, así como los campesinos sin tierra o pequeños terratenientes. En el 1941 fue fundada la División Letona de Tiradores Voluntarios. Su composición refleja explícitamente, cuales eran las fuerzas que se unieron bajo la bandera del internacionalismo de proletariado para defender la revolución del segmento mas reaccionario de la burguesía mundial - el fascismo alemán, - "son 62% obreros, 29% funcionarios soviéticos, 9% campesinos"  [14]

Probar las fuerzas: "nacional comunistas" (1956 - 1959)

La entrada de la Republica socialista Soviética de Letonia en el complejo económico de la familia unida de los pueblos de la URSS, la reconstrucción de la economía profundamente dañada por la guerra, la industrialización - todo aquello requería una gran cantidad de obreros e intelectuales, técnicos y funcionarios del estado con experiencia. La población de Letonia en 1950 es de 1.943 millones de habitantes, entre ellos 1.063 millones viven en el pueblo [15]. Por razones objetivas la republica de Letonia sufre un déficit de recursos humanos de alta cualificación. La tasa del crecimiento mecánico de la población aumenta considerablemente. El enfoque razonable y sopesado del asunto nacional en lo que se refiere a los recién llegados no fue adoptado (se trataba de enseñarles el idioma, la cultura y tradiciones de la población autóctona). Una parte de los funcionarios soviéticos y del partido por el contrario, utilizaron aquel grupo para sus fines nacionalistas y separatistas. Como el catalizador para la intervención de los así llamados nacional comunistas sirvieron las decisiones del 20° congreso del Partido Comunista y la política revisionista de "desalinización". Se intento limitar el crecimiento mecánico de la población en la capital bajo el pretexto de salvaguardar la cultura autóctona. A la medida que Riga se convertía un una de las capitales industriales más desarrolladas de la URSS, empezaron a manifestarse las ideas de "la necesidad de das preferencia no al desarrollo de la industria pesada y producción de los medios de producción, sino a la ligera para satisfacer las necesidades de la población de la republica" [16]. Ese mensaje se puede considerar un intento de quebrantar el conjunto de la planificación económica y apartamiento del sistema económico de la URSS.

Sin embargo, en aquella etapa el partido era todavía capaz de parar las actuaciones separatistas. La asamblea del Comité Central del PCL derroto los líderes nacional comunistas y sus ideas.

Nacionalismo, el arma de la contrarrevolución (1988 - 1991)

Los procesos oportunistas nocivos que habían empezado con el 20° congreso del PCUS y las reformas económicas a mediados de los 60 desbocaron en la abierta restauración capitalista contrarrevolucionaria en el territorio de la URSS y llevaron a la derrota temporal del sistema socialista.

El nacionalismo pequeño burgués fue indudablemente uno de los métodos utilizados por las fuerzas contrarrevolucionarias para desintegrar el estado unitario, para apremiar las ideas separatistas en muchas de las republicas de la URSS. Esos procesos se manifestaron con máxima claridad en las republicas Bálticas, Letonia entre ellas.

Los círculos aspirantes a la restauración burguesa se daban cuenta que las ideas del capitalismo abierto no tenían futuro como locomotora de las masas, la gente no cedería los logros del poder soviético tales como la medicina y educación gratuitos, la vivienda prácticamente gratuita también, el derecho al trabajo y vacaciones garantizados y por eso trasladaron el peso propagandístico a los sentimientos nacionales de la población. Aparecieron las propuestas de "reducir la influencia del Centro soviético en las regiones", disminuir el crecimiento mecánico de la población, etc. Poco a poco esas ideas iban cambiando por las exigencias cada vez mas radicales: "separación del conjunto económico de la URSS", "autonomía", etc. para finalizar en "restauración del estado de antes de 1940". Por supuesto, ningún documento mencionaba que esa restauración iba a ser la restauración del capitalismo.

Las fuerzas organizativas de la contrarrevolución formaron en octubre de 1988 El Frente Popular de Letonia (LTF). Para esas fechas aparecieron las brechas ideológicas también en las filas del PCL. Una parte del partido se oponía a la creación del FPL, pero otra no solo no se oponía, sino lo alentaba, considerándolo el primer paso a la restauración del capitalismo. Un año después, en el 2° congreso del FPL los temas de la "democratización " y "soberanía dentro de la URSS" cambiaron por "la necesidad de la independencia total de la Republica Letonia y su separación de la URSS" [17]. En aquellos tiempos se estaban trazando los primeros pasos para la desindustrialización del país, aniquilación de la clase obrera, desintegración de los unidos colectivos laborales que contaban con varias miles de personas". Eso también se llevaba a cabo bajo los lemas nacionalistas y frases sonadas sobre la necesidad de mantener el numero de habitantes de la nación autóctona a través de la reducción de migración de la mano de obra. El FPL anota en su programa: " El FPL se muestra a favor de que el desarrollo industrial de Letonia solo se base exclusivamente en los recursos humanos locales. Consecutivamente es necesario reducir limitar el numero exagerado de los puestos laborales en la Republica" [18]. El FPL reforzaba sus posiciones a través de la propaganda que contraponía la idea de la agricultura nacional (prometiendo adicionalmente la disolución de las cooperativas agrícolas (kolhoz) y seguida por la privatización de las tierras) a la de la industria sostenida por los migrantes. Esa política encontraba simpatizantes en el medio rural, donde predominaba la población de nacionalidad autóctona. El primer programa del FPL incluye la tesis: "FPL considera la agricultura su prioridad y se muestra por realizar esa política consecutivamente" [19].

En abril de 1990 el FPL se dividió, 242 diputados de 700 abandonaron la sala del congreso y formaron el Partido Comunista Independiente que apoyaba las ideas del FPL. 

Los trabajadores de Letonia no cedieron bajo la retórica nacionalista, ellos se dieron cuenta de lo perjudicial del nuevo rumbo y se esforzaron para salvar el poder soviético. A principios de 1989 se constituyo el Frente Internacional de los trabajadores (Interfront), en el mayo de 1991, junto con el PCL - El Comité de Salvamiento Letón. Sin embargo, no consiguieron salvaguardar el socialismo. Después de la restauración del capitalismo la burguesía continuo, y lo sigue haciendo, utilizar el nacionalismo para poner brechas en el movimiento obrero. 

La burguesía llegó al poder y emprendió el primer paso par consolidar su influencia: prohibió la organización que llevaba realizando constante y continuamente la política del internacionalismo de proletariado. El 24 de agosto de 1991 la actividad del PCL fue interrumpida sin investigación ni juicio. La propaganda comunista resulto prohibida y el Primer secretario del Comité Central Alfred Rubiks fue encarcelado.

Además de la aniquilación de los grandes colectivos laborales los capitalistas quitaron los derechos políticos (la ciudadanía) a todos los habitantes del país que llegaron en el transcurso de los años soviéticos, la gente que formaba el proletariado industrial.

Al mismo tiempo se intensifico el ataque de los medios de comunicación difundiendo las ideas de nacionalismo y rusofobia. La comisión de historiógrafos designada por el Presidente de la Republica de Letonia se dedico a "reescribir" la historia: los legionarios de las Waffen SS y organizaciones criminales de los nacionalistas burgueses que seguían oponiendo resistencia al poder soviético después de la guerra pasaron a ser considerados unos héroes. La "ocupación" de Letonia se presenta como un dato indiscutible, al contrario, no se dice ni una palabra sobre la lucha heroica del pueblo letón contra sus capitalistas. 

Como consecuencia de ese trabajo del aparato propagandístico burgués la gran parte de la población autóctona, en especial los jóvenes, recibió una imagen errónea del periodo soviético en la historia de Letonia, la idea del internacionalismo del proletariado quedó falsificada, el nacionalismo pequeño burgués se instaló en las mentes. Una prueba obvia son los desfiles de los legionarios que se desenvuelven con el acuerdo silencioso de los poderes y que cada año reúnen más gente joven. El nivel del nacionalismo en el país también se pude valorar por el hecho de que en las ultimas elecciones parlamentarias fueron elegidos 6 diputados del partido neofascista Todo para Letonia, uno de ellos es un legionario de la SS elegido por segunda vez.

Tenemos que mencionar que los problemas de la minoría rusa en Letonia se han convertido en el punto de referencia para los intereses de Rusia contemporánea. Después de la desintegración de la URSS el apoyo de Rusia se vio reducido y concentrado en los partidos autoproclamados "defensores del pueblo ruso" de la republica, los que se basan en las ideas de la confrontación étnica y rechazan el internacionalismo y la importancia del concepto de clase en los procesos sociales. Con frecuencia usan la consigna "¡Los rusos vienen!"

El Partido Socialista de Letonia (LSP) en las condiciones contemporáneas con firmeza lleva a la práctica las ideas del internacionalismo proletario, fraternidad y amistad entre los pueblos. El PSL no argumenta con el nacionalismo para explicar los procesos históricos, sino desde el puno de vista de los intereses de clases, enseña a la gente trabajadora que la experiencia histórica del distanciamiento de los principios del internacionalismo proletario acaba en el establecimiento del poder de la burguesía y explotación, quiebra el frente unido de la lucha obrera por la liberación de las cadenas del capitalismo.

El ultimo asilo del capitalismo

La historia muchas veces ha demostrado que en las condiciones criticas, cuando la situación revolucionaria toca a la puerta, el capitalismo no desprecia los métodos más viles para retener su poder: utiliza contra el pueblo la violencia descarada, desata los convictos militares y guerras mundiales. Pero las armas de la destrucción masiva inventadas el siglo XX volvieron la guerra peligrosa para el mismo capitalismo universal. En el caso del conflicto nuclear en la Tierra no quedaría sitio garantizado para que ellos pudieron llevar una vida segura. Además, la aparición de los países socialistas y como resultado de la lucha de los obreros de los países capitalistas por sus derechos, el capitalismo se vio obligado a humanizar en cierta medida las relaciones socio - económicas. Al derribarse el sistema socialista dicha humanización ya no es necesaria. Sin embargo, quitarles a los trabajadores todos sus logros de una vez podría llevar a una explosión social, lo que es totalmente indeseable. Por esa razón durante el último decenio el sistema se desmonta paulatinamente bajo el pretexto de tomar "medidas para superar la crisis", "estabilizar los sistemas financieros" o " mejorar la calificación de crédito del país".

Esas medidas también provocan protestas por parte de los trabajadores. Con frecuencia desembocan en acciones masivas bajo la dirección de los partidos de izquierda y sindicatos. Para neutralizar las reclamaciones sin recurrir abiertamente a la violencia, los gobiernos burgueses tienen que reconducir el descontento de las masas a otros objetos o esferas. Podemos suponer, que las relaciones nacionales, nacionalismo y racismo volverán a ser base ideológica para estos objetivos.

Esa tendencia se hace visible no solo en la consolidación de la influencia de los partidos de extrema derecha y neonacis en unos países, sino también en el reconocimiento en público el "fracaso de la política de multiculturalismo" por parte de un país como Alemania. Podemos considerarlo como el rechazo de los principios básicos en las relaciones internacionales declarados en la segunda mitad del siglo XX, escondido hasta ahora pero indudable. 

En efecto, la política de multiculturalidad y corrección política implementada hasta hoy en la Unión Europea es ineficaz y a veces parece una mera caricatura. La misma política provoca una situación que puede acabar en la confrontación nacional en varios países.

Suponemos, la frecuencia y las proporciones del uso de la ideología nacionalista por parte de la burguesía en su lucha por el poder van a aumentar debido a las siguientes razones:

1. Es fácil de usar. Los acontecimientos el los países ex - soviéticos, Letonia entre ellos, demuestran que para su uso no son necesarios seria argumentación ni mucha preparación. Todo se puede explicar en forma concentrada: "no somos como ellos, por eso ellos son extraños. los extraños son enemigos". Con eso los colegas de ayer, camaradas del partido, vecinos se convierten en rivales irreconciliables, dispuesto para retirarles a los extraños sus derechos civiles, si no para un pogrom étnico.

2. Es universal. No hay países donde esa ideología no funcione. La población de muchos países esta o en su historia reciente estaba compuesta por varias etnias. Muchos se convirtieron en los países multiétnicos debido a la inmigración de la mano de obra desde el extranjero o unos acontecimientos históricos. Los países relativamente monoétnicos tienen sus diásporas en el extranjero, aquí el lema sería "defender a los compatriotas en el extranjero"

3. Tiene un efecto acumulativo. Si los factores étnicos no son lo suficientemente fuertes, se puede reavivar las pretensiones históricas territoriales, datos o mitos sobre la ocupación, desplazamientos de los pueblos, migración, etc.

El ejemplo de Letonia es también notable por que el nacionalismo no solo fue utilizado en periodo de derrumbamiento de la URSS, sino todos los años posteriores, hasta nuestros días. Los poderes letones utilizan en su política étnica las formas y métodos impensables en los países de Europa o EEUU. Los gobiernos y políticos de la Unión Europea, incluidos los representantes de social - demócratas y otras fuerzas que se autodenominan izquierdistas critican despiadadamente otros estados por la prohibición de las manifestaciones gay o violación de los derechos de los animales, no obstante, miraban condescendientes como a las centenas de millones de personas les privaron de sus derechos sociales, como a los nazis de la segunda Guerra Mundial les otorgan los honores de héroes, no se pronuncian acerca del proteccionismo étnico abierto.

Esa política de no intervención expresa demuestra, que el capitalismo internacional utiliza Letonia y algunos otros países del ex - bloque socialista como un polígono para perfeccionar sus futuros métodos de preconducción de la energía revolucionaria de las masas del sector de lucha social de clases en campo de conflictos étnicos. Es una tendencia muy peligrosa y sería imprudente infravalorarla. El nacionalismo casi siempre viene ligado al anticomunismo y tiende a adquirir las formas fascistas o convertirse en racismo. 

La situación actual en Letonia revela que es imposible parar el nacionalismo o así llamado "nacionalismo contrario" con las ideas liberal - cosmopolitas o a través de la defensa de los derechos humanos. Las fuerzas políticas que lo habían intentado fracasaron o se negaron, cambiando a favor de una ideología claramente burguesa.

Solo hay un método de oponerse tanto al nacionalismo, como al cosmopolitismo, a diferentes consecuencias de la globalización capitalista - es la política e ideología del consciente internacionalismo de la clase obrera dirigida a los cambies revolucionarios radicales de la sociedad.


[1] Programa del PSL, p.4 (en ruso)

[2] Panfletos de las organizaciones socialdemócratas de Letonia en el periodo de la primera revolución rusa. Riga, 1956, p.26

[3] I. Stalin.¿Como entiende la socialdemocracia la cuestión nacional? Obras completas, t.1, p.55

[4] Lenin V.I. Obras completas, t.10. p.132 (en letón)

[5] Historia de los Tiradores Letones, 1972, Riga, p.136

[6] V.O. Miller. Primer estado soberano del pueblo letón. Riga, 1988, pp. 40 - 41

[7] El Partido Comunista de Letonia en la Revolución de Octubre de 1917. Riga, pp. 466 - 467

[8] Historia de la Republica Socialista Soviética de Letonia, t.2, p.32 (en letón)

[9] Historia de la Republica Socialista Soviética de Letonia, t.2, p 42 (en letón)

[10] Historia de Letonia, siglo XX, 2005, Riga, p.106 (en letón)

[11] Partido Comunista de Letonia en los años 1918 y 1919. Documentos y materiales. 1958, Riga, pp. 160 - 161 (en letón)

[12] Historia de Letonia, siglo XX, 2005, Riga, p.247 (en letón)

[13] Historia de Letonia, siglo XX, 2005, Riga, p.225 (en letón)

[14] La lucha del pueblo letón en la Gran guerra Patria, 1966, Riga, p.108 (en letón)

[15] Enciclopedia de Letonia Soviética, 1984, Riga, p.117 (en letón)

[16] Historia de Letonia, siglo XX, 2005, Riga, p.364 (en letón)

[17] Enciclopedia de Letonia, 2007, Riga, p.28 (en letón)

[18] Nuestra historia, 1985 - 2005, Riga, 2007, p.126

[19] Nuestra historia, 1985 - 2005, Riga, 2007, p.128