Querido lector y lectora,
En conmemoración del centenario de la fundación de la Internacional Comunista, que se completó en marzo de 1919, el Comité Editorial de la “Revista Comunista Internacional” decidió que el tema de la revista que se prepararía durante este año estará dedicado a la actualidad del Internacionalismo Proletario en las condiciones actuales, bajo la luz de la contribución y experiencia de la Internacional Comunista.
De esta manera, el Comité Editorial de la "Revista Comunista Internacional" honra y reconoce la importante contribución de la Internacional Comunista al movimiento obrero y comunista internacional, al tiempo que subraya la necesidad de extraer lecciones de su experiencia. Lecciones útiles para configurar una estrategia revolucionaria única contra el poder capitalista, contra las ideologías burguesas y oportunistas, que reducen o deterioran la importancia de la actualidad del Internacionalismo Proletario.
De esta forma, en el 10o numero de la "Revista Comunista Internacional", que tiene en sus manos se presentan los artículos que fueron examinados en la reunión del Comité Editorial de la RCI, a la que asistieron representantes de los partidos comunistas y obreros, quienes escribieron en el 10o numero.
Como señalan los camaradas de México (PC de México) en su artículo “Nuestro homenaje a la Internacional Comunista: mantener en alto la bandera del internacionalismo proletario”, “La lucha contra el oportunismo, el revisionismo y el reformismo, permanente y sin concesiones para rescatar al marxismo, restituyéndole sus características de ideología revolucionaria del proletariado, fue una premisa fundamental para el surgimiento de la III Internacional. La decisión de mantener en alto la bandera del internacionalismo proletario frente a su abandono por la mayoría de la II Internacional, fue otra premisa fundamental. Las presiones eran muy fuertes y literalmente había que estar a contracorriente. Fue un crimen de los oportunistas avalar la guerra y llevar a los trabajadores a la carnicería.”
En el artículo de los camaradas de España (PC de los Trabajadores de España), titulado “Las Brigadas Internacionales y el internacionalismo proletario” emerge que “Como hemos señalado, la experiencia de las Brigadas Internacionales fue uno de los más hermosos y ricos ejemplos de internacionalismo proletario. El apoyo recibido por la clase obrera y el pueblo español, fruto principalmente de la acción de la Internacional Comunista y sus secciones y de la Unión Soviética, se convirtió en una fuerza importante en los campos de batalla de la II Guerra Mundial y, también en el fortalecimiento de la lucha antifascista en aquellos países donde la confrontación no adquirió un carácter internacional. A su vez, el exilio español, del que formaban parte miles de militantes comunistas, contribuyó al desarrollo de los partidos comunistas en los países de acogida. Se comprobó en la práctica el principio marxista de que la revolución es nacional en su forma, pero no en su contenido. Se luchó con la conciencia de pertenecer a una misma clase obrera internacional.”
El artículo de los camaradas turcos (PC Turquía), “El internacionalismo proletario como arma de la clase obrera contra el nacionalismo y el chovinismo” señala que “El internacionalismo encarga a los partidos de vanguardia con algunas tareas en la lucha por establecer una sociedad basada en la igualdad del proletariado mundial a medida que el cumplimiento de estas tareas se convierte en su razón de ser. La negación de los bolcheviques de convertir sus armas no a sus compañeros de clase sino a su propia burguesía durante la Primera Guerra Mundial sirvió para esta tarea. Convertir la guerra imperialista en una guerra civil con el objetivo de tomar el poder se convirtió en una de las decisiones mas claves que condujeron a la Revolución Bolchevique, el mayor paso hasta la fecha para abolir el orden de explotación en todo el mundo. Este fue uno de los elementos que allanaría el camino para el establecimiento de la Internacional Comunista que surgió para convertirse en un partido mundial justo después de la Revolución de Octubre. Organizadas en el marco de un programa revolucionario, las secciones de la Cominter encontraron los suministros comunes para luchar en sus propios países contra el oportunismo, la socialdemocracia, el socialchovinismo y la traición de la Segunda Internacional.”
En el artículo de camaradas de Grecia (KKE), “Las relaciones entre la vanguardia – los PP.CC, en la lucha por la unidad de los intereses de los trabajadores, a pesar del diferente nivel de desarrollo capitalista en diferentes países.” se subraya que “En conclusión, podemos decir que la desigualdad en las relaciones internacionales entre los estados capitalistas poderosos y otros con una posición intermedia en el sistema imperialista es un elemento constitutivo del funcionamiento del capitalismo y se eliminará al derrocarlo mediante la construcción de una sociedad socialista-comunista. Comprender este tema básico contribuye a la maduración de la conciencia política de la clase obrera y las capas populares, es parte de la estrategia de los partidos comunistas. Porque a lo contrario, con la desconexión de la cuestión de la dependencia y la desigualdad de la dependencia, la soberanía o la independencia en el caso de la ocupación, de la lucha por el socialismo, el objetivo estratégico se pierde y esta es la base de las desviaciones, la búsqueda utópica de soluciones en el marco del capitalismo, por ejemplo con los gobiernos que gestionan sus leyes.”
En el artículo de los camaradas de Rusia (PCOR) con el titulo “Conexión dialéctica del internacionalismo y la lucha de clases.” se enfatiza que “Lo más importante que no puede olvidarse ni perderse cuando se enfrenta a cualquier problema que tenga un carácter nacional es la prioridad de la lucha de clases del proletariado, la dirección de preparación de los requisitos organizativos e ideológicos para reunir y organizar a los proletarios en una clase capaz de hacer la transición revolucionaria del capitalismo al socialismo. Es decir, los comunistas siempre y en todas partes, en cada país y para resolver cualquier problema (incluido el nacional), hacen una cosa en común, pero siempre teniendo en cuenta las peculiaridades de diferentes países.”
En el artículo de los camaradas de Letonia (PSL) con el titulo “La Internacional Comunista y la lucha por la liberación de los trabajadores de Letonia” se apunta que “La atenuación de la lucha revolucionaria durante los períodos de estabilización del capitalismo ocurrió regularmente en el pasado. Sin embargo, no es posible eliminar las crisis capitalistas, y una vez que la crisis alcance el nivel de una situación revolucionaria en uno o varios países. A este respecto, se debe prestar atención a la experiencia laboral positiva de la Internacional Comunista con respecto a la coordinación del trabajo de los partidos comunistas y obreros. El papel que tuvo el Comintern en la organización del trabajo del Partido Comunista de Letonia en las décadas de 1920 y 1930 del siglo pasado fue muy significativo.”
El artículo de los camaradas de Kazakstán (MSK) con el titulo “El apoyo de la URSS a los partidos comunistas y al movimiento obrero internacional” destaca la experiencia histórica de cómo “Los comunistas de la Rusia soviética, y luego la URSS, ayudaron a formar partidos extranjeros y los fortalecieron ideológicamente, formaron los cuadros, proporcionaron recursos técnicos, imprentas, documentos, armas. El PCR (b) a principios de los años 20 apoyó firmemente, y a veces apoyó directamente, todas las manifestaciones y rebeliones de la clase obrera y los partidos comunistas emergentes en Alemania, Bulgaria y Estonia, ayudando a los movimientos en las colonias imperialistas.”
En el artículo de los camaradas italianos PC (Italia) “Migración y solidaridad de clase. El Internacionalismo Proletario es la única forma de evitar una guerra entre los pobres" emerge que “Los comunistas deben lanzar una acción política profunda dentro de la clase obrera, otros trabajadores y desempleados, explicar las causas y dimensiones de la inmigración y los refugiados, dejar en claro que no hay amenaza o emergencia, que los inmigrantes y refugiados, tan oprimidos como ellos y aun mas, no son los verdaderos enemigos, pero los verdaderos enemigos son el capital y la burguesía. También debemos fortalecer nuestro trabajo político con los trabajadores inmigrantes y sus comunidades, ayudándolos a superar las dificultades culturales y religiosas, proporcionándoles las herramientas teóricas y políticas para comprender sus derechos y unirse a la lucha de clases”.
El Comité Editorial de la RCI